Anfepramona

Anorexígeno. Saciógeno.

Es una amina simpaticomimética perteneciente al grupo de las feniletilaminas -similar a la anfetamina- que desarrolla un notable efecto anorexígeno-saciógeno al actuar sobre el SNC en el centro hipotalámico de la saciedad inhibiendo el apetito y favoreciendo la pérdida de peso. El consumo reiterado y prolongado desarrolla tolerancia pudiendo provocar elevación de la presión arterial y estimulación del SNC. Su absorción por el tracto digestivo luego de su administración por vía oral es rápida y completa. Se biotransforma a nivel hepático liberando metabolitos activos que podrían pasar la barrera meníngea y placentaria. Más de la mitad de la dosis administrada se elimina por vía renal en 48 horas en parte inalterada y otra metabolizada.

Obesidad exógena y sobrepeso patológico -asociado a dietas adecuadas.

La dosis media es de 75mg en toma única por vía oral después del desayuno.

Confusión o depresión mental, visión borrosa, alteraciones de la libido, estreñimiento, diarrea, mareos, irritabilidad, nerviosismo o inquietud, problemas en el sueño. Palpitaciones, calambres, dolor de estómago.

Pueden presentarse reacciones de hipersensibilidad cruzada a otros simpaticomiméticos como efedrina, adrenalina, anfetaminas. Administrar con precaución en pacientes hipertensos, cardíacos y epilépticos. No ingerir alcohol u otros depresores del SNC (psicofármacos, ansiolíticos, sedantes). No se aconseja la supresión brusca del tratamiento ni el aumento de la dosis para recuperar la acción terapéutica en caso de tolerancia.

Interfiere el efecto antihipertensivo de varias sustancias (guanetidina, clonidina, metildopa). Los derivados fenotiazínicos inhiben el efecto del dietilpropión sobre el apetito y la saciedad. Puede haber suma de efectos al asociar con estimulantes del SNC y hormonas tiroideas. En pacientes diabéticos tratados con insulina o hipoglucemiantes orales pueden afectarse los niveles de glucemia.

Embarazo y lactancia. Niños menores de 12 años. Hipertensión arterial. Hipertiroidismo. Hipersensibilidad a la feniletilaminas. Cardiopatía coronaria. Glaucoma. Estados de agitación nerviosa. Epilepsia. La administración con IMAO puede generar crisis hipertensivas por ello deberá emplearse luego de 2 semanas de suspendido el antidepresivo.

Se observan temblores, hiperreflexia, respiración rápida, confusión, alucinaciones, estados de pánico, seguidos de fatiga y depresión. Pueden sobrevenir arritmias, hipertensión o hipotensión y colapso circulatorio. Náuseas, vómitos, diarrea y calambres abdominales. El tratamiento es sintomático e incluye lavado gástrico, administración de sedantes (barbitúricos) y, si se desarrolla hipertensión severa, fentolamina intravenosa.