2488 | Laboratorio DIBA
Denominación genérica: Amlodipino.
Forma farmacéutica y formulación: Tabletas. Besilato de amlodipino equivalente a 5 mg de amlodipino. Excipiente cbp 1 tableta.
Indicaciones terapéuticas: Insuficiencia coronaria crónica e hipertensión arterial sistémica. También es útil en el síndrome de Raynaud, en la hipertensión sistólica aislada, en poblaciones que no responden a otros antihipertensivos (p. ej. africanos) y en los pacientes de edad avanzada cuando no se pueden administrar tiacidas. Se deben evitar la dihidropiridinas de corta duración, pues pueden provocar taquicardia refleja y causar grandes variaciones en la presión arterial.
Farmacocinética y farmacodinamia: Farmacocinética:amlodipino es una dihidropiridina que por vía oral se absorbe lentamente, su biodisponibilidad es de 60 a 80%, debido a que sufre efecto del primer paso, alcanza niveles séricos máximos en 6 a 8 horas, cuando se empieza a observar disminución significativa de la presión arterial. El efecto antihipertensivo se mantiene hasta por 24 horas. Tiene un volumen de distribución de 21 l/kg y vida media de eliminación de 35 a 50 h, los niveles plasmáticos y el efecto del medicamento incrementa cuando se llevan más de 7 a 10 días de terapia. Alrededor de 98% se une a proteínas plasmáticas. En el hígado, se biotransforma de manera extensa pero lenta a metabolitos inactivos que se excretan por la orina. Solo el 5 al 10% se elimina por vía renal sin cambios, su depuración es del 4,4 a 6,4 ml/min/kg. También se excreta en las heces. La vida media es mayor de 50 h en pacientes geriátricos y con insuficiencia hepática. Existe menos taquicardia refleja con este compuesto posiblemente debido a una vida media larga que produce mínimas concentraciones máximas en plasma. El hígado es el principal órgano involucrado en el metabolismo de la dihidropiridinas. Sin embargo, diversos estudios realizados en animales y en la especie humana indican que el metabolismo extrahepático, especialmente a nivel de la pared intestinal, contribuye significativamente a la eliminación. Farmacodinamia: el amlodipino es un medicamento bloqueador de los canales del calcio que ioniza a pH fisiológico, por lo que en condiciones de isquemia tisular se une con más fuerza a los mismos tejidos isquémicos. Como agente antiginoso, reduce eficazmente la frecuencia de ataques, incrementa el consumo de oxígeno y el tiempo de tolerancia al ejercicio. Actúa sobre el músculo liso vascular y reduce la resistencia vascular periférica. Su mayor selectividad vascular que cardíaca hace que sus efectos negativos cronotrópico e inotrópico sean muy discretos o no ocurran. Provoca dilación vascular de arterias y arteriolas, disminuyendo la resistencia periférica. El amlodipino es una droga que causa vasodilatación por inhibir selectivamente la entrada de calcio en las células musculares lisas vasculares despolarizadas. Los canales tipo L son los mejor caracterizados. Se encuentran en las células miocárdicas, en las células nodales, las del músculo liso vascular, tejido cerebral, endocrino y renal. Los canales se activan por despolarización, facilitando el influjo de los iones de calcio extracelular al interior de la célula. Este influjo genera la liberación de más calcio del retículo sarcoplásmico (liberación de calcio inducida por calcio) y la activación de las proteínas contráctiles, como la actina, la miosina y la tropina. Por lo tanto, los antagonistas de los canales tipo L producen vasodilatación y disminución de la contractilidad miocárdica. La acción fisiológica principal es por medio del bloqueo de las membranas de las células miocárdicas y de las células del músculo liso vascular, sin cambios de las membranas en las concentraciones sericas del calcio. La sobrecarga cálcica en las pequeñas arterias induce cambios estructurales y funcionales, siendo el daño causado similar al que observamos en la aterosclerosis; estos cambios se previenen si al modelo experimental le agregamos antagonistas cálcicos (AC) como las dihidropiridinas. Distintos experimentos con animales probaron que las dihidropiridinas reducen las áreas con placas ateroscleróticas en aquellos animales susceptibles de aterosclerosis y alimentados con dietas ricas en colesterol. Se han descrito una serie de mecanismos en varios estadios del proceso aterogénico, todos ellos protectores, y para distintos AC, que enumeraremos en forma sucinta y que se suman al efecto mecánico protector vascular que surge simplemente de reducir la presión. Ellos son: disminución de la oxidación, de la captación (menor expresión de moléculas de adhesión) y de la esterificación del LDL colesterol y de formación de células espumosas, así como menos incorporación de colesterol a la placa. Los potentes efectos antioxidantes del amlodipino protegen al músculo liso vascular de la sobrecarga cálcica y reducen la formación intracelular endotelial de radicales libres de oxígeno. Además, se ha demostrado que los AC reducen la proliferación y migración celular muscular lisa y la agregación plaquetaria, y en investigaciones con modelos animales de aterosclerosis redujeron los niveles plasmáticos de endotelia. Es posible que parte de los efectos endoteliales sean independientes del efecto antihipertensivo que, como sabemos, resulta de la interacción y bloqueo de canales de tipo L, los cuales están ausentes en las células endoteliales. Con distintos AC, se ha probado un aumento en la biodisponibilidad de óxido nítrico y la inhibición de la proteincinasa C, siendo ambos cambios correctores de la disfunción endotelial, uno de los pasos precoces en la aterogénesis. En humanos con disfunción entolelial, hipercolesterolémicos y coronarios, pero no hipertensos, también se demostró un mejoramiento de la función endotelial inducido por dihidropiridinas, independiente de la acción antihipertensiva. Un estudio efectuado con pacientes coronarios, que evaluó la corrección de las disfunción endotelial con coronariografias (ENCORE/Nifedipino) llegó a la misma conclusión positiva. Distintas dihidropiridinas (estudio INSIGHT/Nifedipino Oros, PREVENT/Amlodipina, ELSA/Lacidipina) han demostrado un enlentecimiento del proceso aterogénico en ensayos que analizaron la evolución del grosor íntima-media carotídeo para similar descenso tensional al producido por otras drogas. Esta es una de las evidencias más importantes relacionadas con aterosclerosis y protección vascular ya que las carótidas son arterias centinelas del aparato cardiovascular y la evolución de su grosor presenta buena relación con otros marcadores de lesiones vasculares y con morbimortalidad coronaria. Resumiendo:distintos y numerosos estudios, en animales y en humanos, demostraron que las AC como las dihidropiridinas reducen procesos lesivos vasculares y tienen efectos vasculoprotectores.
Contraindicaciones: Choque cardiogénico; estenosis aórtica avanzada; en el primer mes tras un infarto de miocardio; crisis de angina aguda o inestable; porfiria; bloqueo A-V; síndrome sinusal e hipotensión intensa. También está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad a los componentes de la fórmula; a otros calcio antagonistas y en asma bronquial. Su administración puede ser peligrosa en individuos con isquemia digitálica, úlceras o gangrena.
Precauciones generales: Suspensión si aparece dolor isquémico o si empeora un dolor existente justo después de iniciar el tratamiento; reserva cardíaca escasa; insuficiencia cardíaca o función ventricular izquierda muy alterada; reduzca la dosis en caso de alteración hepática; diabetes mellitas; puede inhibir el parto; evite el zumo de pomelo o toronja (puede alterar su metabolización). Vigilar estrechamente a pacientes con insuficiencia ventricular izquierda, con estenosis aórtica, cardiomiopatía hipertrófica obstructiva o con arritmias del tipo de Wolff-Parkinson-White o Lown-Ganong-Levine. Debe reducirse la dosis en pacientes con hipertensión portal. No se han descrito estudios sobre los efectos de amlodipino en la capacidad para conducir y utilizar maquinaria. La capacidad de reacción puede verse afectada en pacientes que sufren mareos, cefaleas, fatiga o náuseas.
Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia: Puede inhibir el trabajo de parto; algunas dihidropiridinas son teratógenas en animales, por lo cual se contraindican en el embarazo. Algunas dihidropiridinas se excretan en la leche materna y se desconoce si el amlodipino lo hace. Se desconoce si el riesgo afecta al neonato y por ello, no se recomienda la lactancia materna durante el tratamiento.
Reacciones secundarias y adversas: Pueden aparecer los siguientes efectos adversos sobre todo con el uso de dihidropiridinas de acción corta; con los de acción prolongada es menos frecuente; se pueden presentar cefalea, sofocos, mareo, letargia, taquicardia, palpitaciones, puede haber crisis hipertensiva si se suspende abruptamente; edema gravitatorio (sólo responde parcialmente a los diuréticos); erupción (se ha descrito eritema multiforme), prurito, urticaria, náusea; aumento de la frecuencia de la micción; dolor ocular, trastornos visuales; parestesia, mialgia, temblor, calambres musculares, impotencia ginecomastia; depresión; telangiectasias; colestasis e ictericia; puede presentarse pancreatitis; diarrea o estreñimiento; dolor epigástrico; puede haber hiperglicemia; púrpura no trombocitopénica, trombocitopenia y leucopenia.
Interacciones medicamentosas y de otro género: El amlodipino puede potenciar el efecto de otros fármacos antihipertensivos como agentes bloqueadores beta-adrenorreceptores, IECA, alfa-1-bloqueantes y diuréticos. En pacientes con elevado riesgo (por ejemplo después de un infarto de miocardio), la combinación de bloqueadores del canal de calcio con agentes beta-adrenorreceptores puede conducir a la insuficiencia cardíaca, hipotensión y a un nuevo infarto del miocardio. En estudio en pacientes ancianos ha demostrado que diltiazem inhibe el metabolismo de amlodipino, probablemente vía CYP3A4, ya que aumenta las concentraciones plasmáticas aproximadamente un 50% y aumenta el efecto de amlodipino. No se puede descartar que inhibidores de potentes de CYP3A4 (p. ej., ketoconazol, itraconazol, ritonavir) aumenten las concentraciones plasmáticas de amlodipino en mayor medida que el diltiazem. Debe prestarse precaución al combinar amlodipino con inhibidores CYP3A4. Una administración concomitante de 240 ml de zumo de pomelo con 10 mg de amlodipino no mostró ningún efecto significativo sobre las propiedades farmacocinéticas del amlodipino.
Alteraciones en los resultados de pruebas de laboratorio: Puede haber aumento del sodio urinario. Puede ocurrir alteración en las pruebas de funcionamiento hepático. Pueden alterarse las pruebas de función renal y asimismo falsos incrementos en los niveles de ácido vanilil mandélico.
Precauciones en relación con efectos de carcinogénesis, mutagénesis, teratogénesis y sobre la fertilidad: Hasta el momento, no hay estudios que reporten carcinogénesis o mutagénesis. Algunas dihidropiridinas son teratógenas en animales.
Dosis y vía de administración: La vía de administración es oral. Iniciar con 5 mg/día hasta una dosis de 10 mg al día si en 2 o 4 semanas no se alcanza la respuesta terapéutica deseada. La dosis debe ajustarse cada semana según la respuesta antihipertensiva lograda. La angina de pecho crónica estable, angina vasoespástica (prinzmetal), dar 10 mg/día. En ancianos y en pacientes con insuficiencia hepática, iniciar con 5 mg/día. Si no se alcanza respuesta clínica satisfactoria dentro de 4 semanas después del incremento de la dosis a 10 mg, se debería tener en cuenta un tratamiento alternativo o complementario. Puede ser necesario modificar la dosis si se administran agentes antihipertensivos de forma concomitante.
Manifestaciones y manejo de la sobredosificación o ingesta accidental: Puede presentarse excesiva vasodilatación y taquicardia refleja debido a su selectividad vascular. El efecto puede expresarse con vértigo, cefalea, rubor, disestesias y náuseas. También puede experimentar edema periférico y pulmonar. La toxicidad por antagonistas del calcio puede dar sintomatología cardiovascular (hipotensión, choque, puede presentarse bradiarritmia), neurológica (alteración del habla, letargia, confusión, convulsiones, parada respiratoria, coma), gastrointestinales (náuseas, vómitos, íleo, isquemia intestinal), y metabólicas (hiperglucemia, acidosis láctica). Se han descrito alteraciones cutáneas graves como necrólisis epidérmica tóxica, y vasculitis cutáneas secundarias a los antagonistas del calcio. Se debe realizar descontaminación digestiva, ya que se absorbe lentamente, y las dosis tóxicas pueden provocar hipotensión e íleo paralítico por lo que se retrasa la absorción. Administrar carbón activado (1 g/kg). Está contraindicado el jarabe de ipecacuana por el riesgo de choque y convulsiones. La primera medida para mejorar la perfusión es expandir la volemia. La depuración renal o extrarrenal son ineficaces por su alta unión a proteínas y elevado índice de distribución. La eliminación es por metabolismo hepático. En caso de hipotensión y bradicardia, se procederá a expandir la volemia utilizando 1.000-2.000 ml de salino 0,9% en una hora. Se puede dar calcio, en ámpulas de gluconato cálcico. La respuesta al calcio dura 10-15 minutos por lo que luego de la dosis de carga es necesario administrarlo en infusión intravenosa. En caso de bradicardia grave sintomática está indicado isoproterenol a 2-10 mg/minuto. Considerar también la colocación de marcapasos. Cuando exista hipotensión severa con predominio de vasoplajía, utilizar dopamina, noradrenalina y si predomina el cuadro de cardioplajía, dobutamina y adrenalina. Considerar la colocación de un balón de contrapulsación intraaórtico. En los casos graves con pobre respuesta a las terapéuticas anteriores, puede usarse insulina a altas dosis con normoglucemia. Esta combinación posee efectos inotrópicos positivos, probablemente por mejora en la utilización de la glucosa a nivel miocárdico. Comenzaremos con un bolo de insulina de 0,1 UI/kg, seguido de una perfusión de 0,2-0,3 UI/kg/h. para mantener la normoglucemia, la pauta inicial será de 0,5-1 g/kg de glucosado 5% en bolo, seguidos de 0,5 g/kg/h, orientándose luego con controles glucémicos periódicos. La respuesta hemodinámica se producirá entre 30 y 60 minutos post inicio de la administración. Otra alternativa terapéutica es la administración de glucagón endovenoso. Aunque con menos evidencia clínica que la anterior, puede usarse en caso de hipotensión refractaria. Se administrarán 2-5 mg en un minuto, seguido de una segunda dosis a los 5 minutos de 4-10 mg. Una vez obtenida respuesta, se mantendrá esa dosis/hora como perfusión. Todo paciente con sospecha de intoxicación por antagonistas del calcio debe ser ingresado para observación y monitorización. Si a las 6-8 horas está asintomático, estable y con ECG normal puede ser dado de alta. Si presenta bradiarritmias graves o hipotensión refractaria a sueroterapia deberá ser ingresado en una unidad de cuidados intensivos. Además de monitorizar el ECG, en ocasiones puede ser necesario colocar catéter de Swan-Ganz.
Presentación(es): Caja con 10 o 30 tabletas 5 mg.
Recomendaciones sobre almacenamiento: Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30°C. Protéjase de la luz.
Leyendas de protección: Literatura exclusiva para médicos. Su venta requiere receta médica. No se deje al alcance de los niños. No se use en el embarazo y lactancia.
Nombre y domicilio del laboratorio: Hecho en México por: Laboratorios Diba S.A. Escorza No. 728, Col. Moderna, C.P. 44190, Guadalajara Jalisco, México.
Número de registro del medicamento: 117M2007 SSA IV.
Clave de IPPA: EEAR-06330021830552/R2007
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